Señor Jesucristo, somos descendientes de católicos mexicanos valientes que sufrieron el martirio por defender la integridad de la fe católica. Hoy, muchos católicos permanecen indiferentes frente a los proyectos de reingeniería social que buscan desatar la persecución contra la Iglesia. Otros católicos se convierten en defensores de las causas masónicas o confunden respeto con aceptación promoviendo leyes sin querer ver la trascendencia de éstas.
Haz surgir una nueva primavera de católicos fuertes y firmes en su fe, convencidos y fieles a la enseñanza de Cristo y de la Iglesia, capaces de ser valientes profetas en nuestro confundido mundo, dispuestos a dar su vida por ti en la fidelidad.
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